miércoles, 29 de abril de 2009

Gritos de niebla, viento y nieve a fines de abril...


Andamos entre finas lloviznas, a ratos caía, a ratos no
Con el cuco entre temblorosas tinieblas, silencioso bosque de abedul como telón
Más tarde, impuntual la nieve, de la mano con el viento
Algún que otro nevero, huella sin dueño, olvidada... y alcanzamos Reventón!


Martes, 28 de abril.
Puerto del Reventón (2.039m), Guadarrama.

martes, 21 de abril de 2009

CdS de Madrid, primeras etapas en BTT

Después de haberlo aplazado por diferentes motivos en más de una ocasión, este penúltimo domingo de abril decidí desempolvar (tampoco literal, eh?) la MTB y lanzarme a los senderos, veredas y paisajes del Camino de Santiago, esta vez y al ser sólo por un día, de Madrid.
Realicé las dos primeras etapas: Fuencarral - Tres Cantos - Colmenar Viejo - Manzanares el Real.

Tras salir del barrio de Fuencarral por el cementerio y ya visualizando y siguiendo las primeras flechas amarillas (qué ilusión el retomarlas!), arranqué el pedaleo acompañada de un día estupendo, sin mucho barro al contrario de lo que imaginé, y con unas ganas locas de abandonar Madrid por unas horas y sumergirme de nuevo en una ruta de mountain-bike como las antiguas...

Aquí echando la mirada atrás, atravesando los límites del Pardo, con su tapia a mi izquierda, y las vías del tren a mi derecha, encajonándome en un sendero solitario sube-baja estrecho, entre árboles, encinas y arbustos que tenía que esquivar como podía y muy moloncete.
Antes de llegar a la estación del Goloso, marcas de GR, flecha amarilla en el mismo árbol y un cartel indicativo

Y tras pasar y cruzar por debajo la estación, y seguir durante algún kilómetro el carril bici del anillo ciclista de Madrid, que estaba muy concurrido, vuelvo a danzar por senderos...
...y descubro que el GR que coincide con el Camino es el 124
Allí, empiezo una bajada corta pero muy estimulante y me adentro en el Arroyo Tejada. Espectacular



Lejos de la tranquilidad que el lugar desprende y de hecho esperaba, me topo con una carrera de BTT alrededor de 75 kilómetros, que transcurrirá por los límites de Colmenar Viejo...
Estupendo! Y encima a contracorriente que iré, cómo no!

El arroyo, que habrá de ser sorteado unas 4 o 5 veces por encima sin puentes, lo cual refresca y se agradece en este día, y entre los comentarios de los participantes de la carrera al verme ir en dirección contraria, hacen que el Camino se vuelva más divertido, aunque menos interesante y espiritual.

A Azofaifa, que se quedó durmiendo porque aún arrastra cansancio del viaje por el Atlas y las tierras marroquíes, le hubiera gustado esta estampa primaveral con su familia
Y el Arroyo Tejada, con su belleza, va quedándose atrás...
...y yo me voy acercando, no sólo a Colmenar Viejo, si no que sin pensarlo también a Santiago!
Y en unos kilómetros de ascenso, aunque no rompedores y entre campos de cultivo, ganado y huertas, voy llegando y visualizando mi primer destino


Y es Madrid, la eterna silueta que no me deja de seguir
Y poco antes de alcanzar Colmenar, en donde se entra por su cementerio, hago una paradita breve para comer algo
Y ya dentro de Colmenar Viejo: la ermita de Santa Ana
Un primer cruceiro, y otro mojón que indica 642 kilómetros hacia Santiago
Y la Iglesia de la Asunción, gótica y del siglo XVI, en la que a pesar de mis pintas y mi facha de ciclista algo embarrada, me dejaron entrar sin problemas para contemplarla tranquilamente

La protagonista del día, en el pórtico de entrada
Y de ahí, abandono el gran pueblo de Colmenar por una senda que enseguida se convierte en un pedregal algo incómodo, aunque con bajadas y trialeras guapas guapas, donde me vuelvo a cruzar, por si fuera poco, de nuevo a los más de 120 ciclistas que quedaban por llegar a la meta...
Aunque al menos son majos y agradables, y desde luego, las vistas a la sierra de Guadarrama, son todo un regalazo para sentir y apreciar
Ya en otro sendero de nuevo algo monótono y llaneando, me topo a la derecha con una casa abandonada con un bonito árbol en su entrada
Y algo más alante, tras cruzar bajo el puente de la carretera que lleva a Cerceda y saludar a algunos bikers de la competición y al que hacía las fotos y cubría el recorrido cámara en mano algo antes, me cruzo con otro puente, éste medieval y de hace algunos siglos más...
Larga pero muy moderada cuesta arriba donde me cruzo con estos lindos toritos, que aún entre las vallas y las lindes del sendero no me quitan el ojo en encima
Y yo a lo mío, dirección sierra. Así de guapa aparece mi cumbre matritense favorita: Maliciosa!
Y de nuevo, que ya tocaba, descenso empedrado! En el que lo doy todo y me flipo lo no escrito. Casi me la pego en una ocasión, pero mi freno trasero responde y manejo la situación, a golpe de saltitos y todo. Muy cañero!!
Y mira tú por donde, ya estoy llegando a Manzanares, y a su marco inconfundible, único: la Pedriza.
Continúo descenso por senderito más tranquilo para luego volver a parar en seco sobre el puente que cruza el embalse de Santillana y hacer más fotos

Y ya estoy en Manzanares el Real, la puerta y entrada a la Pedriza. Donde como, descanso, finalizo la ruta, me despido de las flechas amarillas por el momento, conozco a un francés del que no recuerdo el nombre y que luego me llevaría con su hijo y mujer a Madrid en su coche y hago las últimas fotos del día

martes, 14 de abril de 2009

Pisapraos Adventures: Ras y Timesguida

4 de abril, Alto Atlas de Marruecos

5:45h. Levantamiento general, y aunque hemos dormido más bien poco hemos descansado y nos despertamos con buen ánimo para afrontar el día con una sonrisa. El desayuno, nada del otro mundo, y el pan del que tan bien nos había hablado Afri, está más duro que una piedra. Suponemos de la altitud. Un té con leche al más puro estilo inglés aunque estemos en Marruecos, alguna tostada con la excelente mermelada de higo o de melocotón o fresa y andando.

Nos calzamos las botas y los crampones, y empezamos pateo.
No sabemos cómo lo hemos hecho, pero después de tal madrugón, empezamos a andar sobre las 7:15h. Algo que no entendemos ninguno…

La nieve está perfecta y se nota que por las noches hace buena rasca en la zona. Temperatura, tampoco excesivamente baja: -3ºC. Enseguida iremos entrando en calor. No sabemos aun por dónde subiremos, si por el collado principal llamado Tizi Ougane sobre los 3.750m de altitud, situado en nuestras narices, al fondo del valle de Mizane, o por la canal, que sube directa a la cima de la primera cumbre que deseamos coronar, Ras o Ounanoukrim.

Sin pensarlo demasiado, nos decantamos por la canal, más divertida, con mejor paisaje y encima nos llevará directitos a la cumbre.

Antes de alcanzarla pasaremos unas cascadas de hielo y según vayamos cogiendo algo de altura, tendremos unas preciosas vistas del valle, completamente nevado y que aun hace la estampa más bucólica.




La canal de unos 350 metros de desnivel y con una inclinación aproximada de 35º y un estrechamiento de 45º, nos hace la boca agua. Pisapraos sí, pero con estilo.

Paluki lleva un ritmo imparable, no hay quien la coja. Y yo como buena mariquita, acabo la última, eso sí con el ángel Tony detrás de mí ya que vamos hablando, haciendo fotos, y ya se sabe, no es bueno perder ritmo…



Ya queda menos...


No sé cuánto tardamos en llegar al collado final, pero Paluki y Afri se estaban echando una buena siesta al sol. Menudas máquinas. Nos esperan para hacer cumbre, qué majas.
Y ya lo tenemos ahí, a menos de dos pasos. ¡Cumbre en el Ras y sus 4.083m! Primer cuatro mil del día.



Fotos de cima, de las vistas y panorámicas, de grupo, en solitario, con Azo… Lo típico en estos casos pero aun con mayor expectación y emoción. Que es un 4mil!!


Nos acercamos a la segunda cima y nos sentamos a comer allí.
Estuvimos más de media hora larga y qué bien nos sentó. Disfrutando del calor, la compañía, del Atlas, el horizonte sin límites alrededor, el desierto a lo lejos…
Incluso Tony se echó una siestecita de unos minutos también.

Después del relax y la comida, bajamos al collado que divide las dos montañas del día, y en suave ascenso no tardaremos más de diez minutos...

...en coronar también al Timesguida, el segundo cuatro mil y un pelín más alto que el Ras, con 4.089m sobre el nivel del mar. Toma yaaa!


Se repite escena. Fotos, vídeos, alegría…

Damos a conocer en un vídeo a Súper Azo, la vaca más molona y aventurera de todos los tiempos que aparece con una capa –tibetana- amarilla volando sobre todos nosotros que la contemplamos maravillados.

¿Es un pájaro, es un avión? ¡No! Es Súper Azo en acción.
Que incluso lleva una rosa roja atada a su capa... Mientras observa la pared del Toubkal. Una hermosa imagen para la posteridad.
Y tras estas filosofadas y piradas de pinza comunes y variopintas, decidimos que es hora de bajar, que por mucho que nos guste el espectáculo y demás, hay que bajar se quiera o no.
La bajada se hace cómoda por una pequeña canal con la nieve ya un poco chof y paposilla. Paluki y Toni enfilan culing abajo y Afri y yo, para variar, caminamos de cháchara, aunque en los últimos tramos también nos tienta el descenso con el culo y lo hacemos, aunque la nieve parece frenar... Qué recuerdos de Sierra Nevada nos trajo.

Ya dentro del valle y llaneando, yo me quedo atrás a propósito divagando sobre lo acontecido: las anécdotas, las vivencias, la experiencia de haber subido dos cuatro miles ya y llevar tan sólo un tres mil, memorizando el paisaje, el sol, las nubes, las siluetas…

Cuando alcanzo a mis compañeros de “expedición”, están haciendo prácticas de escalada en hielo, en unas cascadas perfectamente formadas que salen al paso.

Y no mucho después, llegamos al Netler.

Tampoco sé la hora. Es lo que tiene no usar un reloj, pero creo que alrededor de las 17 o así.

Hay mucha más gente en el refugio, se nota que es sábado y mucha gente ha subido hoy. Vamos a ver si intentamos echarnos la siesta antes de que sirvan las cenas. Tarea imposible, ya que entre las risas, chistes con los que Paluki nos sorprende, hablar con los chicos de Navalcarnero, etc. está claro que ahí no hay quien duerma.

¡Y a cenar! A la que llegué tarde ya que me quedé hablando con los Joses de Madrid y se nos fue el tiempo sin pensarlo. Causa de que al llegar, todo estuviese frío y se me quitasen las ganas de comer mucho. Para colmo, el tallín (sin carne) no me entusiasma…
Después un té, algo más de charla con los chicos y al saco que mañana también tocará la campana temprano.