lunes, 17 de agosto de 2009

Sempiterna Silueta

Vuelvo a soñar, volver...
Regresó la mente, a regresar...

Y cuánto echo de menos...



Septiembre. Otoño.



Eclipse de tierra taponando el mar de una isla que ya me oprime pensares, aunque me ofreció nuevas y blancas alas, más fuertes.



Tomé prestadas las olas del Mar,
y el Sol sonrojó los atardeceres del lugar.




Pronto estaré de vuelta, y caminaremos Octubre de la mano mientras los dragos germinan en la isla del oeste...

¡Ser del mismo nombre! ¡Aquel de la Primera Vez!
¿No oyes los motores del avión o el barco que nos separará?


A mí ya me duelen los latidos -y otro viejo mas renovado adiós se esfumó de los labios-, y aún sigo contando las nubes del cielo y los peces del Mar... Contigo...


(aunque a mí ya los días me marcan la cuenta atrás)

... Como al abandonado Temple Hall donde depositamos las miradas y los amaneceres con los pies mojados y las manos entre la ropa.