PN Ordesa y Ascensión al Monte Perdido

El pasado sábado 15 de enero, tras dejar a mi tío en Zaragoza por la tarde, Juan Carlos y yo pusimos rumbo a Huesca de nuevo y esta vez concretamente para Torla, donde nos tiramos a dormir en el coche, en pleno corazón y macizo del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

La idea principal es, al día siguiente hacer la aproximación al refugio de Góriz por el Valle de Ordesa y el lunes, intentar la cima ligeritos.
Ahí algunas fotos de camino al refugio...


Domingo, 16 de Enero

El principio del valle desde algo más alante pasada la pradera, espectacular ya toda esta parte


Cascada de la Cueva


Y mi favorita del valle, la del Estrecho


El camino por el hayedo es una delicia y más a estas alturas de invierno con la nieve como elemento principal


Y anda que no hay chupones y carámbanos ¡caramba!



Las Gradas de Soaso siempre alegres, juguetonas, saltarinas, inquietas e igual de bonitas que en verano


Y de camino a la conocida y fotografiada por todos Cola de Caballo, ya aparece grandioso parte del macizo y el Monte Perdido con el Soum de Ramond a su derecha


Cola de Caballo, siempre sorprendente y bella


Para ahorrarnos más de media hora de camino y subida por nieve y con riesgo de aludes, tiramos por las Clavijas de Soaso, muy divertidas y molonas


Y tardando alrededor de una hora más (llevaremos unas cuatro horas de marcha desde la Pradera), enseguida se llega al refugio, perfectamente indicado y con huella marcada por todos los que de allí subimos y bajamos



Lunes, 17 de enero

Pasamos una noche, larga en mi caso pues no conseguí cerrar los ojos hasta muy pasadas las dos y pico... pero muy cálida y con sólo 4 personas más en todo el refugio y habitación, ¡en pleno Góriz! Quién lo diría, desde luego.
Nos levantamos a las 7am, desayunamos café soluble y un par de magdalenas y danzando, que parece que empieza a amanecer cuando ya salimos con la mochila y los "zapatitos de tacón" y para hielo sobre los pies





Ganamos altura rápidos, y en menos de hora y media aproximadamente (ninguno llevamos reloj ¿para qué?) estamos ya cerca del Monte Perdido y el Cilindro de Marboré, su hermanito de la izquierda



El Sol, ya alto, parece querer hacer su aparición por el otro lado del Perdido



Desde el Lago Helado, y ya dando la espalda al Cilindro, tiramos por la canal en primer término y la escupidera tan nombrada y en boca de todos en el segundo, con mucho cuidado de no resbalar, pero no difícil ni complicado como en un principio había de creer...



Juancar en plena canal, algo antes de empezar la escupidera, la cual yo estaba ya empezando


Justo en este punto, yo tiro como una bala, oliendo y deseando la cima como si de la primera se tratase, y me despisto y separo bastante de él, que ya justo al llegar a la base de la escupidera, me grita que se quedará abajo, que no va a subir... Yo no lo entiendo muy bien (y a gritos tampoco podemos estar hablando), pues vamos genial de tiempo, pero bueno, yo a lo mío, que estando en este punto no debo pararme, ni entretenerme demasiado, aunque aprovechando la parada y con cuidadín, me doy la vuelta y le saco la foto al Cilindro que me mira desde su trono impresionante, de tonos marrones y blancos


Anda mira, si ya estoy llegando al final de la escupidera (¿tan rápido he ido? parece que sí), veremos qué tal se me da en la bajada...



Y con la bienvenida y manita del Sol, me parece que esto que me queda ya es la subida final a cima.....


¡¡Siií, toooma yaaa!! ¡¡Ciiiiimaaaaaaaa!! Que lo grito hacia Juan Carlos asomada al "balcón" para que lo sepa y con ello también que todo está bien por aquí arribota en las alturas.



El Soum de Ramond desde el Perdido


Quizá esto que se ve sea el Cañón de Añisclo...


Inconfundible por su fondo, longitud y también cañón, el Valle de Ordesa, por donde más tarde volveremos a bajar a la civilización


Y venga, unas autofotos con el mini-trípode que ya se sabe eso del "no foto- no cima" jejeje



Con este posazo de modelo de altura o el intento de... Yo sigo haciendo alguna foto más y aprovecho para comer algo, beber e hidratarme y sentarme sobre la nieve y admirar todo lo que me rodea ya que la temperatura es excelente y no hace ni pizca de aire ni viento



Y como aquí no puedo quedarme toda la vida, vuelvo a danzar para abajo concentrada en la escupidera (y su caída...) y en cada paso que voy a dar


Unos 20 minutos después, sin mucha prisa aunque con bastante cautela, vuelvo a situarme en el Lago Helado


...donde me encuentro a tres de los madrileños -que parecemos multiplicarnos allá por donde vamos- que han dormido con nosotros y me paro unos minutos a hablar con ellos, para contarles cómo está la nieve y la subida en general, dándoles ánimos pues no es "tan heavy" como se dice o se lee y mientras tengamos afilados los crampones y el piolet bien sujetito a las manos y sepamos manejarlos con cierta soltura...

Me reúno con Juancar de nuevo que está hablando con el chico del grupo de madrileños que faltaba y ambos me felicitan por la cumbre, charlamos un rato juntos, y ya bajo con Juan Carlos hacia Góriz, donde comemos algo, rehacemos el macutón y "volamos" tranquilamente hacia Torla y Madrid donde llegamos alrededor de las 4 de la mañana del martes.

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Como siempre, un placer y un lujo contar con Juan Carlos como compañía, una pedazo máquina y montañero donde los haya, y también una mención especial a Juan (Juno) por haberme hecho "toda una montañera" en estos mismos lugares -junto con el Vignemale francés y el Anayet que fue mi primera cima como tal, también como telón añadido en un mismo viaje- que hoy he transitado y donde por fin he vuelto, y qué mejor manera que haciendo el intento y por suerte sí conseguido, de hollar una cumbre tan mítica como el Perdido.

¡Muchísimas gracias a los dos, amigos!
¡Otro tresmil más al bolsillo! Totalmente dedicado a vosotros dos, con muchísimo cariño.


Ahí también os dejo el vídeo-resumen editado de la ascensión:


Pd: ¡Hasta siempre, Monte Perdido! Muchas gracias, compi