Regresó la mente, a regresar...
Y cuánto echo de menos...
Septiembre. Otoño.
Eclipse de tierra taponando el mar de una isla que ya me oprime pensares, aunque me ofreció nuevas y blancas alas, más fuertes.
Tomé prestadas las olas del Mar,
y el Sol sonrojó los atardeceres del lugar.
Pronto estaré de vuelta, y caminaremos Octubre de la mano mientras los dragos germinan en la isla del oeste...
¡Ser del mismo nombre! ¡Aquel de la Primera Vez!
¿No oyes los motores del avión o el barco que nos separará?
A mí ya me duelen los latidos -y otro viejo mas renovado adiós se esfumó de los labios-, y aún sigo contando las nubes del cielo y los peces del Mar... Contigo...
(aunque a mí ya los días me marcan la cuenta atrás)
... Como al abandonado Temple Hall donde depositamos las miradas y los amaneceres con los pies mojados y las manos entre la ropa.
¿Regresas a Madrid?
ResponderEliminarte fuiste a canarias ¿verdad?
espero que hayas disfrutado...:)
Oooooooooooooh... sería genial!
ResponderEliminarAvísame cuando vuelvas a Madrid :)
De vuelta?, eso está bien.
ResponderEliminarA seguir pateando, que ya se siente venir la nieve, (bueno... todavia queda, pero el dia menos pensado... OPTIMISTA QUE ES UNO)
Siempre he pensado que a los lugares a los que vamos o regresamos, hay algo o alguien que nos espera.
ResponderEliminarAunque a veces no seamos conscientes de ello...
Yo tambien he vuelto...
Un abrazo