lunes, 23 de marzo de 2009

26/Jul: Portomarín– Palas de Rei

Decimos adiós a la villa de Portomarín -que nos enamoró a ambas- con tristeza, y al cruzar el puente sobre el Miño, continuamos Camino hasta Gonzar con Montse, la catalana, que nos dejaría solas de nuevo después de que ella se quedase meditando y haciendo yoga entre los árboles de un silencioso bosque.

En esta jornada parece que nos han crecido alas ya que llevamos un ritmo brutal e imparable, y paramos a descansar unos minutos en un bar de Hospital da Cruz, donde de paso nos sellan credencial y conocemos a “Mordisquitos”, un perrito así apodado por nosotras al que le encantaba el jamón serrano pero no el de York.

Atravesamos Ligonde y su cruceiro, y más tarde abarcamos el municipio de Airexe, no tan grande como parecía, y es aquí la parada para comer un estupendo menú de peregrino en un restaurante a la salida del pueblo.

La idea, más bien locura, consiste en llegar a Palas de Rei e incluso intentar continuar a Melide, a unos quince kilómetros más. Pero es justo después de la comida, donde mis ampollas, por si no eran ya suficientes, se multiplican de manera insultante y nos hacen perder ritmo según vamos avanzando con la tarde.

Pasamos villas como Portos y Lestedo, y nos informan que hay un centro médico justo en la entrada de Palas, a menos de cinco kilómetros que a mí personalmente, se me hacen inmensos, largos y dolorosos a pesar de ser prácticamente llanos. Los más duros del Camino, sin duda.

La gente, impecable en el trato, da ánimos. Qué maravilla.
Acariciamos vacas lecheras, caballos y aun pasaremos pueblecitos como Os Valos y O Rosario, que se antojan más grandes de la realidad por nuestro lento paso.

Por fin llegaremos a Palas de Rei, donde antes de llegar al centro médico, en el primer albergue que sale al paso dentro del propio Camino, nos vemos de nuevo con parte del afable grupo de catalanes, bilbaínos y madrileños que nos vamos encontrando en algunos tramos, y nos cuentan que harán noche allí, y se despiden cantándonos algo así como:

“Eres un enfermo, eres un enfermo del ciber-sexo…”

¿Os suena?

Imaginaos el espectáculo. Casi nos tiramos al suelo a reírnos más a gusto y todo.
Con ello, acudimos al centro médico, me curan las más de seis nuevas ampollas en cada pie con pequeñas inyecciones de Betadine para evitar las infecciones, y buscamos el albergue público dentro del pueblo, donde haremos noche y conoceremos a más peregrinos.


Fotos del día:


Peregrinos subiendo hacia Gonzar


Ali con Montse, nuestra catalana meditadora


"Mordisquitos"


Cruceiro en Ligonde

Cruz de Peregrinos


Vacas lecheras


Conociendo caballos


Templo de Santiago en Lestedo

2 comentarios:

  1. ¡Qué pena que no deis más información de la ruta: dónde dormisteis, cuántos kilómetros hicisteis, cómo se llama el sitio donde comisteis, si es que fue bueno... Podría ser una auténtica guía viajera para los peregrinos. Por cierto, Marta, ¿quién escribe los diarios? ¿Este blog lo escribós dos personas? Me gusta mucho.
    Un beso de Fran

    ResponderEliminar
  2. jajajaja que jodio mordisquitos jajaja no sabe ni ná, solo come jamon del bueno.

    No se yo si seria capaz de hacerme el Camino, ¿no se hace algo monotono? ¿no se puede hacer por montaña aunque se tarde mas?jeje.
    No en serio, creo que yo a los dos dias me cansaria, esto es algo que lo tienes que vivir. Por eso admira vuestra ganas y me gusta leer las etapas.

    Por cierto, como entre por aqui uno que tu y yo conocemos y lea lo de las ampollas te va a llamar una cosa que empieza por "ma" y acaba por "tá" jejeje

    Un saludo, espero nuevas entradas

    ResponderEliminar